El Sr. Rajoy hace un año que
perdió el diccionario, eso no fue un problema, lo encontró rápidamente. En él
realizaba consultas, algunas como: recorte, rescate, diálogo, función pública,
decretazo, etc. (no les voy a aburrir); pero hay una página que se perdió en el
lamentable extravío. Es la correspondiente a DIMISIÓN.
Recuerdo
como el cabeza visible de la oposición en la legislatura anterior, el Sr.
Rajoy, y sus “ecos”, pedían continuamente la dimisión del presidente,
ministros, y demás cargos relacionados con el gobierno ante cualquier situación
conflictiva. Casi no había ningún informativo en el que no apareciera
solicitando la dimisión de sus opositores políticos. No tienen más que tirar de
hemeroteca para comprobarlo.
http://actualidad.orange.es/nacional/pp-pide-ya-dimision-rubalcaba-como-portavoz-o-jefe-policia.html
El caso es que tras las últimas
elecciones la tortilla se ha dado la vuelta, ahora son ellos los que están en
el poder, y los que tenían que dar ejemplo. Tan de justicia es exigir
dimisiones, desde la oposición, cuando el gobierno hace algo mal, como dimitir,
o hacer dimitir, cuando es alguien de tu propio partido quién yerra.
Pero al Sr. Rajoy se le ha
perdido la página del diccionario y se le ha olvidado lo que quiere decir
DIMITIR, creo que la confunde con OMITIR. Me refiero a hacer caso omiso de la
incompetencia de muchos de los integrantes de su propio partido cuando realizan
una gestión ineficaz e incompetente, pero ahroa, gobernando ellos… aquí no pasa
nada, aquí no dimite nadie.
Esto es válido para los
integrantes del PSOE, ya que son tan rastreros como los que ahora nos gobiernan.
Este doble rasero, esta “ley del
embudo” clarifica la calidad de nuestros políticos y lo que podemos esperar de
ellos: nada. Ni honradez, ni consecuencia con los actos o con lo dicho, ni amor
propio, ni vergüenza, ni profesionalidad, ni inteligencia; ya que a nada que
tuvieran un poco de las que acabo de citar sabrían, o recordarían, que por la
boca muere el pez.
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