No entiendo cómo se puede glorificar a un asesino. ¿De qué otra forma podríamos llamar a alguien que ha provocado la muerte de 4.200.000 personas; 500.000; 650.000 ó 191? El primero de ellos fue Napoleón y sus campañas militares; la segunda cifra es consecuencia del alzamiento de Franco que tuvo como consecuencia una guerra civil; la tercera es la estimación de muertos en el conflicto de Irak que lideró Bush, la última y más pequeña, pero no por ello menos vergonzosa, pertenece a Jose María Aznar, que se empeño en salir en la foto e involucrar a toda la población española en sus intereses personales. Napoleón está enterrado en “Los inválidos” con todos los honores; a Franco nos cuesta derribarlo de los pedestales en los que se le podía contemplar montado a caballo; Bush tendrá, acabado su mandato, una biblioteca, para vergüenza de todo el pueblo americano; y Aznar anda dando conferencias y recibiendo palmadas en la espalda de muchísimos políticos que luego son votados con la responsabilidad de dirigir a los mismos que pueden llevar a la muerte. ¿Quién va a alzar la voz para gritar que todos ellos son unos asesinos, y que no son ejemplo para nadie ni de nada?
