Recuerdo que con la transición comenzó el juego político, y con el juego los mítines. He de confesar que nunca he asistido a uno, es superior a mis fuerzas.
Un mitin es una reunión de adeptos que acuden a vitorear y aplaudir al político de turno. No hay lugar para la discrepancia, para el debate, o para preguntarle al político cómo han tenido tanta cara como para votar en contra de la ley de “dación en pago”, para votar en contra de los que le están jaleando.
Por otro lado, estés donde estés, Madrid, Vitoria, Valencia, Barcelona… la auténtica estrella no es aquel político que te representa, el que será elegido por tu circunscripción, tienes que aguantar la chapa del que aparece en todas las fotos, como si el resto de la lista estuviera integrada por subnormales que es mejor que no hablen, no vaya a ser que estropeen el pastel.
Un mitin ese algo así como tú acudes, escuchas, y aplaudes.
No va conmigo, no seguiré a ningún abanderado, seguiré teniendo mi propia fe.
Creo que el Sr. Rubiales ha pensado que su blog es algo parecido a un mitin en el que él diserta y los demás escuchan. Como excepción colocó la posibilidad de hacer comentarios. Parece ser que ha sido utilizado durante años, pero ahora su uso ha cambiado. No le gusta que le dejen en evidencia en su propio mitin, no le gusta tener que dar explicaciones sobre sus argumentaciones, prefiere tener rebaños, adeptos, seguidores fieles. Le gusta el discurso fácil, aquel en el que puede decir lo que sea sin que nadie ponga en entredicho sus palabras.
¿Cómo solucionó el tema? Igual que pasaría en cualquier mitin si alguien hiciera preguntas incómodas al “charlatán” de turno. El servicio de seguridad lo “invitaría” a salir, no vaya a ser que estropee la fiesta. El Sr. Rubiales también nos invitó a marchar, pero como seguimos siendo molestos decidió desalojarnos por la fuerza. Colocó el filtro y argumentó que insultábamos y hacíamos un uso abusivo del blog. Lo mejor de todo es que las intervenciones están escritas y él mismo queda desacreditado.
Al Sr. Rubiales le gustan los mítines, no los debates, y si alguien hace comentarios prefiere que provengan de parte de los que se sientan junto a él en la mesa presidencial. El mitin de VBSR (Voto en Blanco del Sr. Rubiales) está a salvo.
Ahora respirará tranquilo, los incómodos han sido desalojados, los adeptos siguen jaleándolo. ¡Viva el diálogo y el debate!
2 comentarios:
Bueno, bueno, que ganas tenía yo de tocar este tema de los mítines.
Tenía yo como especie de complejo al haber decidido y mostrar a orgullo no haber asistido nunca a un mitin y la gente con quien mas o menos privadamente lo tengo comentado, yo creo les extrañaba aunque tengo buenos amigos y tampoco han censurado nunca tal actitud.
Justamente aquí Miqueas pone de relieve algo que explica la razón mas importante, para mi, para no acudir a los mítines, porque no son "meeting" reunión en sentido literal son una reunión de gentes convocadas que acuden a vitorear a sus caudillos, entonces esto no; para nada quiero sentirme instruido y arengado, porque me resulta insufrible. Por entender como se han modificado la literalidad de las palabras acudo y reproduzco fielmente el significado que da a estas el diccionario de la RAE.
MITIN.
(Del ingl. meeting).
1. m. Reunión donde el público escucha los discursos de algún personaje de relevancia política y social.
ARENGA.
(Quizá del prov. arenga, y este del gót. *harihrĭng, reunión del ejército, de harjis, ejército, y *hrĭng, círculo, corro de gente).
1. f. Discurso pronunciado para enardecer los ánimos.
Juzgue quien me quiera entender y mas si asistió a un mitin puesto que yo solo vi alguna que otra introducción o resumen a los que nos tienen acostumbrados los telediarios y no tengo mayor criterio ni experiencia, digo que juzgue quien quiera si no es cierto que incluso se han desvirtuado las palabras. Diga cada cual si no son mas arengas que mítines.
Pues no, a mi no me arengan, no lo tolero, no lo permito, no es la manera de hablarme para convencerme, eso es mas de discursos militares para dirigir las mentes de la tropa, crear espíritu de lucha y lanzarlos contra el enemigo.
Tengo otro símil para expresar mi sentimiento de reprobación. La tribuna/escenario que montan los políticos es como un púlpito o minbar, según hablemos de un cura o un imán donde el orador habla para explicar lo que está escrito y que bien podría leer cada cual y sería bueno, pero no existe debate que es lo importante, sino aleccionamiento en sus doctrinas y por tanto ni siquiera hay preguntas al orador sobre dudas que el oyente pueda tener, al menos expresándoselas en público, porque eso no lo tolera el método como está concebido para aleccionar a las gentes sin interpolación del oyente. Algo así veo yo en los mítines donde los políticos toman el micrófono unidireccionalmente para arengar a sus fieles seguidores, no se admite la pregunta y menos la contradicción. Pero pensemos, para esto ya tenemos la caja tonta como viene a llamarse la tele. Habla y habla y habla, pero si le quieres preguntar para entender, no sirve aun para esto. Es decir solo sirve para aleccionar sin discusión. En la tele es una limitación técnica hoy por hoy pero en los mítines políticos es un vicio de forma y fondo donde se menosprecia a mi juicio al oyente y por tanto este insurrecto se siente maltratado y ahí no acude.
Desde la oportunidad que me ofrece esta quizás ignota plataforma, blog que lo firma Miqueas, me trajo a la mente la oportunidad para reflexionar en voz alta y ahí queda escrito el mensaje introducido en botella y que le dirijo a los políticos y a los que de la misma manera y con las mismas actitudes deseen hacer política como podría ser el caso del señor FRubiales.
En la era Internet eso no tiene sentido, el discurso aleccionador y la obstrucción del debate como método. Puede que no sea factible debatir con todo aquel que se cruza en tu camino, el concepto tiempo lo impide, pero limitar, censurar, eliminar de cuajo la posibilidad como concepto es impropio democráticamente y por tanto a todo aquel que lo haga lo promueva o lo permita, le dirijo estas palabras como mi reprimenda a una actitud tan antidemocrática.
LUCHA
Bueno, Lucha, coincidimos en nuestra forma de ver esta página de la política, quizá el único fin es que aparezcan en la tele rodeados de sus jaleadores. Ya se sabe que a la manada le atrae la manada.
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